Menú para bebé de 1 año: guía de alimentación
Por la mañana, tu bebé se sienta en su silla y estira las manos hacia tu plato. Tú sonríes, dudas un poco y piensas: “¿ya podrá comer esto?” En esta etapa, el menú para bebé de 1 año empieza a transformarse: ya no se trata solo de papillas, sino de probar nuevos sabores y texturas, y de incorporar rutinas familiares. Juega con la comida, tira más de lo que come, y mientras tanto tú intentas equilibrar entre lo que le gusta, lo que necesita y lo que es práctico.
Esta etapa está llena de primeras veces. La primera vez que mastica, la primera vez que usa la cuchara, la primera vez que dice “no”. Y aunque a veces parezca un caos, es el momento perfecto para enseñarle a disfrutar de la comida sin miedo ni presiones.
En Centro Luneta acompañamos a mamás, papás y familias en sus primeras etapas, integrando nutrición, estimulación temprana y pedagogía personalizada para fortalecer el vínculo desde los primeros días. Nuestro enfoque combina ciencia, sensibilidad y juego, porque creemos que el desarrollo no empieza con ejercicios; empieza con amor.
Ofrecemos un servicio de nutrición infantil pensado para acompañarte en cada etapa, resolver tus dudas sobre alimentación, texturas, horarios y porciones, y ayudarte a crear rutinas familiares nutritivas, prácticas y llenas de sentido.
Si quieres descubrir cómo acompañar la alimentación de tu bebé de 1 año, sigue leyendo.
Alimentación a partir del primer año: qué cambia y qué mantener
El primer cumpleaños marca un antes y un después en la alimentación. A partir de aquí, tu bebé puede comer casi todo lo que come la familia, con algunas adaptaciones en la textura y la presentación.
Lo más importante es entender que esta etapa no se trata sólo de nutrir, sino de enseñar a comer.
- La leche sigue siendo importante, pero ya no es el alimento principal.
- El apetito cambia día a día, y eso no significa que algo esté mal. Su cuerpo se está regulando.
- Comer se vuelve una experiencia sensorial: oler, tocar, masticar, explorar.
En Luneta decimos que la comida también es un vínculo. Comer juntos, sin pantallas, sin prisas, es una forma de enseñarle a disfrutar y a confiar.

Porciones de alimentos para bebés de 1 año
Aunque cada niño es distinto, contar con una guía orientativa te ayuda a equilibrarte. Piensa más en la variedad y el color que en la cantidad exacta.
- Frutas y verduras: mango, manzana, pera, durazno
- Cereales y tubérculos: arroz, avena, papa, pan.
- Proteínas: pollo, huevo, pescado o leguminosas.
- Lácteos: yogur natural o quesos.
Un plato balanceado se ve así:
- Mitad verduras y frutas.
- Un cuarto de cereales o de tubérculos.
- Un cuarto de proteína.
La meta no es que se termine todo, sino que explore, reconozca sabores y aprenda a disfrutar sin forzarlo.

Menú para bebé de 1 año
En esta etapa, las texturas blandas y los trozos pequeños favorecen la masticación.

Señales de hambre y saciedad en esta etapa
- Abre la boca con intención
- Busca más comida con gestos
- Gira la cabeza para decir que ya no quiere
- Empuja la cuchara
- Reduce la velocidad al comer
Alimentar con amor también es acompañar
Si estás lista para dejar atrás la confusión sobre qué darle de comer, o si buscas acompañar esta etapa con más claridad y calma, en Centro Luneta te ayudamos a hacerlo con estructura y confianza.
Tu bebé no necesita que planees menús perfectos, sino momentos reales de conexión, presencia y disfrute. En Luneta creemos que cada comida puede ser una oportunidad para fortalecer el vínculo, nutrir con amor y acompañar el desarrollo desde la vida diaria. Aquí encontrarás nutrición infantil adaptada a cada etapa de crecimiento y guiada por profesionales que entienden el ritmo real de las familias.
También ofrecemos una membresía en la que encontrarás estimulación temprana y nutrición infantil, para acompañarte desde los primeros meses hasta la primera infancia, con claridad, contención y mucho corazón.

Hola, somos Macarena y Karla, y creamos Centro Luneta
Un espacio diseñado para niños y padres de familia en el que se sientan acompañados y apoyados en cada etapa para explotar el potencial de cada niño de manera adecuada.







